Al menos por Valladolid y creo que se irá generalizando, el invierno ha llegado y con él, el fin de las empachosas moscas que tanto tiempo han aguantado en este cálido otoño. Con estas primeras heladas que dejan tieso a todo el que anda por ahí, la gente ya se pone abrigos y botas, los niños los gorros y bufandas y huele a humo de chimenea por las calles. Los comercios empiezan a vestirse de Navidad y los cochinos empiezan a ver como se acerca su tradicional San Martín y yo desde aquí con la calefacción a todo gas, pues esperando ver esta noche aunque sea unos minutitos a CR 9 para calentar motores para el domingo.
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